En el número 39 de la revista "Barca de Santiago", recientemente publicada, se encuentra el artículo: "Centro de Escucha. Recomenzar", escrito por una de las voluntarias del Centro de Escucha San Camilo Pontevedra, Mª Jesús Rodriguez Miguez.
Conscientes del momento histórico que atravesamos debido al covid-19, en este número de "Barca de Santiago" se ha querido recoger como nos afectó en estos últimos meses esta pandemia, las diversas maneras de vivir y plantear esta nueva realidad o nueva normalidad, poniendo hincapie en la pregunta que nos hacemos todos "Y ahora ¿que?" "¿como afrontamos estas nuevas circunstancias?".
Además del recuerdo para las personas que perdieron la vida, o sufrieron la enfermedad, se recogen testimonios de diversas personas que, con su labor desinteresada, se solidarizaron y acompañaron a los más vulnerables, a los "marcados por la pandemia". Y entre ellas, está nuestra compañera Mª Jesús que ha compartido en esta publicación como lo vivió ella como voluntaria del Centro de Escucha San Camilo.
Aquí recogemos su texto:
La evolución vital de toda persona está jalonada de situaciones que ponen a prueba la capacidad de aceptar las pérdidas que se producen por el camino y que dejan nuestro corazón mal herido. La pandemia por COVID-19 nos ha puesto a prueba a todos, no solo como individuos sino también como sociedad, y si bien nos ha mostrado que somos vulnerables (nos guste o no), y nos ha enfrentado al dolor, la enfermedad, la soledad, los miedos, la incertidumbre y la muerte, también nos ha traído la oportunidad de hacer comunidad, de ser solidarios, de valorar una sonrisa, un gesto amable, una palabra de afecto recibidos por teléfono, video llamada o de balcón a balcón.
Ante esta situación el Centro Diocesano de Escucha san Camilo, especializado en acompañamiento y atención en duelo, ha tenido que adaptarse para poder continuar escuchando durante el confinamiento a las personas que ya se estaban siendo acompañadas antes y a las que se pusieron en contacto con nosotros durante este tiempo. El acompañamiento en estos momento y hasta que se puedan retomar los encuentros presenciales (tanto individuales como en grupos) se hace por teléfono, llamándoles o recibiendo sus llamadas para que narren cómo están viviendo esta situación (su miedo, su angustia por el futuro, la incertidumbre, su soledad, etc), que se desahoguen, se expresen libremente, acogiendo de forma incondicional como están y como se sienten, dejando que lo digan sus propias palabras, sus lágrimas o sus silencios, sin cortarles ni apurando su relato, que sepan que al otro lado tienen a un voluntario, formado en acompañamiento y duelo, dispuesto a escucharlos, sin juzgar, sin dar consejos, sin frenan ni pretender modificar sus emociones, acogiendo “su aquí y ahora” con comprensión, compartiendo información veraz y tratando la situación con realismo para devolverle, por medio de la escucha y las palabras, un poco de calma, desahogo, sin generar más sufrimiento (porque la buena intención no es suficiente para escuchar de forma adecuada).
Y al mismo tiempo, desde el Centro estamos elaborando un plan de actuación para el momento en que llegue realmente el duelo, cuando las personas ya con perspectiva tomen conciencia de las pérdidas que han sufrido, y puedan, guardando las medidas de seguridad, acudir a los encuentros presenciales (cita previa 652 385 332) para ser acompañadas en su proceso de duelo, y preparando un taller y charlas de sensibilización para impartir allí donde nos lo soliciten sobre la importancia de acompañar en el duelo y de formarse para ello.
Mª Jesús Rodríguez Miguez.
Voluntaria del Centro Diocesano de Escucha San Camilo